Enterrada parte 8

Tras un rato de histeria, la chica se desmalló y cayó al suelo. Graham la soltó del radiador y la aupó. Mientras Gonzalo acompañaba a su jefe, Graham le fue explicando lo sucedido. El joven no pudiendo creérselo, pensó que estaba loca. Al llegar a una de las habitaciones del piso de arriba, el hombre grueso dejó tendida a la joven en una cama. La taparon con un viejo edredón. La ventana del cuarto estaba entornada. La dejaron descansar.

Bajaron a la primera planta. Graham le dio instrucciones de que no molestase a la joven hasta que él volviera de hacer una cosa. Gonzalo era el dueño de la casa de su jefe ahora, así que afirmó con la cabeza.

Al oír el motor del coche de su jefe arrancar, este miró por la ventana. Esperó a que se marchase. La lluvia no paraba de caer. El joven estuvo pensando en quien sería esa chica en realidad y porque inculpar a Miguel Verne de su intento de asesinato. Recordó el día en que conoció a Miguel Verne.

Miguel Verne era amigo de su jefe. Graham  presentó a su ayudante un día como este. Gonzalo era un joven al cual no le caía demasiado bien Miguel, porque olía fatal el día que se lo presentaron. Graham no notó nada, dado que ese día estuvo pintando su casa y lo cual hizo que sudase mucho. Aparte, una de las veces que Verne fue a la oficina a poner una denuncia, Gonzalo fue el que le interrogó. Al final de esa conversación, Miguel soltó algo ofensivo contra Gonzalo. El motivo era que no le ayudaba a buscar a su hijastra, Raquel. Su respuesta a esa ofensiva fue la siguiente: "No me trate así. En primer lugar su hijastra tiene dieciocho años y usted no puede obligarla a que este con usted sin que ella quiera." Tras oír esas palabras, Miguel, enfadado, cogió su furgoneta azul y salió como alma que lleva el diablo de la comisaria.

Tras recordar el pasado, estuvo pensando de nuevo en si Miguel Verne podría hacer daño a alguien, pero, si fuese cierto lo que contó Estefanía ¿Por qué intentó enterrarla?¿descubrió algo en la casa de Verne que llevase a la joven a estar bajo tierra?
Sonó el teléfono de Estefanía varias veces. Gonzalo, sentado reflexionando, lo oyó. Subió sin hacer ruido al piso de arriba. Abrió la puerta donde estaba la mujer durmiendo y contestó al teléfono.
-Diga.
-¿Estefanía?¿quién es usted?¿ y porque tiene el móvil de mi hija?-preguntó una voz femenina.
-Soy el inspector de policía Gonzalo Márquez. Su hija ha sufrido una fuerte conmoción y....
-¿Dónde está?
-En Cariño, es un pueblo de Galicia.
-¿Galicia?
-¿Desde donde la llama?
-Desde Madrid. Escúcheme, páseme con mi hija ahora mismo.-ordenó la madre.
-No puedo hacerlo, esta durm...-tranquilizó Gonzalo a la mujer del teléfono.

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