DDO Camino equivocado (relato completo)
Warren y sus ayudantes investigan un atraco a un banco
Otro día en Villa Rocosa, Warren se levantó de su cama y vio como Juana no estaba en casa. De repente llamaron a la puerta. Warren se vistió completamente y abrió la puerta, era Juana que estaba llorando y se abrazó a él.
-¿Que es lo que pasa?- intentando consolarla.
- Han matado a mi marido, Alvin, ha sido asesinado por un asaltante, según mi hija, que ha sido una de las testigos del atraco. Los testigos decían que uno de los asaltantes tenía un dibujo de un tatuaje en el brazo.
-Necesito tu ayuda para que me identifiques a tu hija.
- De acuerdo-dijo Juana dejando de llorar.
Warren y Juana se fueron al banco. Cuando estuvieron en el escenario del crimen, Warren vio como Samuel se dirigía a ellos, Juana fue a ver a su hija. La criada volvió con la niña y les dijo a los de la autoridad donde iban a estar. Ellas se fueron a su casa.
-Hola Warren, tengo a seis testigos que dicen que eran dos atracadores-dijo Samuel mirando su libreta.
-¿Alguno que tuviera un dibujo en el brazo?- preguntó Warren dubitativo.
-Si, según dos testigos.
-Dejemos que transcurra unos minutos para que se le pase el trauma- viendo a Ana y a su madre abrazándose.
Unos minutos después, Warren va hablar con Juana a su morada. El hogar era de madera y pequeña, ella abrió y le presentó a su hija. La hija se llama Ana y empezó a describirle como era el atracador, este apuntó todos los datos .
Después de eso, Warren mira sus notas:
Primer hombre, parecía ser el jefe.
-sexo: hombre.
-color de los ojos: marrón.
-comprensión: media.
-edad: de unos 30 años aproximadamente.
Segundo hombre, su compinche.
-sexo: hombre.
-color de los ojos: azules.
-comprensión: media.
-edad: de unos 34 años aproximadamente.
-Con un dibujo de un águila en el brazo derecho.
Después de interrogar a Ana, habló con Juana, de si estaba mejor y si necesitaba tomarse unos días de luto, que los cogiera, ella lo negó. Volvió al escenario del crimen. José miró a Alvin y empezó a hacerle la autopsia.
- Digale a su criada que lo siento-dijo el galeno alzando la vista un momento, mirando al sheriff antes de hacerle la autopsia.
-Lo haré-respondió este.
-Le dispararon dos tiros, uno le atravesó las costillas,-mirando el orificio del disparo,- el otro le dió de lleno en la cabeza, fue el disparo mortal, creo yo.
-¿Calibre?-pregunto Warren.
José alzo la vista a una pequeña mesa que tenía a su lado y cogió una lupa para mirar el calibre y dos clavos de hierro para quitar las balas del cuerpo . Tras un corto tiempo y con la ayuda de Warren, cogieron las balas.
-Son de un Magnun 44, ¿por qué quieres saberlo?
- Por curiosidad.
Tras el análisis forense, Juana quería hablar con Warren del caso mientras daban un paseo por el pueblo en dirección a la oficina.
- Quiero que encuentres a esos hombres -dijo Juana con una furia interna.
-No te preocupes y tu cuida a tu hija y cuídate tú también- dijo Warren animándola un poco.
Otro día en Villa Rocosa, Warren se levantó de su cama y vio como Juana no estaba en casa. De repente llamaron a la puerta. Warren se vistió completamente y abrió la puerta, era Juana que estaba llorando y se abrazó a él.
-¿Que es lo que pasa?- intentando consolarla.
- Han matado a mi marido, Alvin, ha sido asesinado por un asaltante, según mi hija, que ha sido una de las testigos del atraco. Los testigos decían que uno de los asaltantes tenía un dibujo de un tatuaje en el brazo.
-Necesito tu ayuda para que me identifiques a tu hija.
- De acuerdo-dijo Juana dejando de llorar.
Warren y Juana se fueron al banco. Cuando estuvieron en el escenario del crimen, Warren vio como Samuel se dirigía a ellos, Juana fue a ver a su hija. La criada volvió con la niña y les dijo a los de la autoridad donde iban a estar. Ellas se fueron a su casa.
-Hola Warren, tengo a seis testigos que dicen que eran dos atracadores-dijo Samuel mirando su libreta.
-¿Alguno que tuviera un dibujo en el brazo?- preguntó Warren dubitativo.
-Si, según dos testigos.
-Dejemos que transcurra unos minutos para que se le pase el trauma- viendo a Ana y a su madre abrazándose.
Unos minutos después, Warren va hablar con Juana a su morada. El hogar era de madera y pequeña, ella abrió y le presentó a su hija. La hija se llama Ana y empezó a describirle como era el atracador, este apuntó todos los datos .
Después de eso, Warren mira sus notas:
Primer hombre, parecía ser el jefe.
-sexo: hombre.
-color de los ojos: marrón.
-comprensión: media.
-edad: de unos 30 años aproximadamente.
Segundo hombre, su compinche.
-sexo: hombre.
-color de los ojos: azules.
-comprensión: media.
-edad: de unos 34 años aproximadamente.
-Con un dibujo de un águila en el brazo derecho.
Después de interrogar a Ana, habló con Juana, de si estaba mejor y si necesitaba tomarse unos días de luto, que los cogiera, ella lo negó. Volvió al escenario del crimen. José miró a Alvin y empezó a hacerle la autopsia.
- Digale a su criada que lo siento-dijo el galeno alzando la vista un momento, mirando al sheriff antes de hacerle la autopsia.
-Lo haré-respondió este.
-Le dispararon dos tiros, uno le atravesó las costillas,-mirando el orificio del disparo,- el otro le dió de lleno en la cabeza, fue el disparo mortal, creo yo.
-¿Calibre?-pregunto Warren.
José alzo la vista a una pequeña mesa que tenía a su lado y cogió una lupa para mirar el calibre y dos clavos de hierro para quitar las balas del cuerpo . Tras un corto tiempo y con la ayuda de Warren, cogieron las balas.
-Son de un Magnun 44, ¿por qué quieres saberlo?
- Por curiosidad.
Tras el análisis forense, Juana quería hablar con Warren del caso mientras daban un paseo por el pueblo en dirección a la oficina.
- Quiero que encuentres a esos hombres -dijo Juana con una furia interna.
-No te preocupes y tu cuida a tu hija y cuídate tú también- dijo Warren animándola un poco.
***
Juana nació en una pequeña granja de Ruby, Arizona. Fue sirvienta y criada junto a sus cuatro hermanas y su madre mientras sus otros dos hermanos y su padre estaban trabajando en una de las minas de oro que había en el estado de Ruby. En 1855, durante la guerra Wakarusa, ella conoció a Alvin, que sirvió a las ordenes del sheriff Samuel J. Jones , que participo en un violento tiroteo.
Alvin le dijo a Juana que se casase con él. Tras varios años de matrimonio y hartos de vivir de en Ruby, se mudaron a Villa Rocosa. Durante la Guerra de Secesión, a principios de 1862 nació Ana, su hija. Fue criada allí,
Un día Alvin empezó a conocer a Warren Filton y a sus ayudantes. Juana no encontraba trabajo. Ana cumplió los siete años. Juana quería trabajar como cocinera en el pueblo, pero no halló nada. Una tarde, su marido volvió a casa con una noticia buena para su esposa: él había hablado con el sheriff del pueblo y necesitaba a alguien que le hiciera la comida mientras él estaba fuera trabajando. Juana se puso tan contenta y acepto el puesto de criada en la casa del sheriff. Ahora hace un año que trabaja para Filton.
***
Mientras Warren caminaba a la oficina y dejaba a Juana y a su hija Ana en casa. Samuel estaba preguntando por los bares y negocios del pueblo sobre los ladrones del banco.
Warren entró en la oficina y saludó a Edward. Se sentó en su mesa y esperó a Samuel. Cuando este entró, Warren empezó a preguntarle.
- ¿Que tienes?- pregunto a Samuel con interés.
- La descripción que te dio Ana ha dado sus frutos- dijo Samuel con un suspiro y continuó- he preguntado por los bares y negocios y parece ser que los atracadores huyeron al sur. Eran los mismos que asaltaron el banco y mataron a Alvin. John Kruger ha identificado el dibujo de un águila. Me ha hecho un dibujo de quien lo llevaba-dijo Samuel enseñándole el retrato.
Warren lo observó. En el dibujo se veía a un hombre con cara cuadrada, fornido y mal encarado. Filton preguntó a Liverpool.
-¿Tiene antecedentes?
-No que yo sepa.
- ¿Me acompañarías a dar una vuelta por los ranchos, para ver si alguien reconocen a los ladrones?- preguntó Samuel.
-De acuerdo.
Tras eso, Warren se levantó y junto a su amigo, se fueron a sus caballos. Cabalgaron por los alrededores del pueblo, por los ranchos. Había varios ranchos fuera del pueblo. Fueron por cada uno de ellos en busca de información sobre los ladrones y los tatuajes. Cuando acabaron de interrogar a los granjeros, descubrieron que tres hombres de diferentes ranchos tenían tatuajes de un águila en el brazo derecho.
Esos hombres eran labradores y trabajaban casi todo el día en los distintos ranchos. Los nombres de los ranchos donde estaban esos hombres eran: La vieja, El cactus y Zorro alto.
Warren y Samuel tuvieron dudas tras haber interrogado a los tres hombres que llevaban el tatuaje del águila, sobre quien podría haber atracado el banco. Se fijaron en que en dos de los ranchos podría haber motivos para haber cometido el delito. En el primero, el de La vieja, hallaron a una señora mayor que se llamaba Alba Ortiz, llevaba varios meses enferma, ella tenía un hijo llamado Joe, rápido de reflejos e inquieto de miradas, que ayudaba a uno de los tipos que tenía dicho tatuaje en el brazo, que trabajaba en el rancho. En el de El cactus se había producido un incendio en casi toda la plantación un año antes. Pero había un problema. Los otros tipos que llevaban el tatuaje de águila y trabajaban en El Cactus, eran muy mayores para cometer un atraco y salir de ahí a toda velocidad. Así que Warren y Samuel dedujeron que el atracador tenía que ser el tipo que trabajaba en la granja de La vieja. Pero no sabían quién era el otro tipo. Así que fueron para ese sitio otra vez.
Cuando estuvieron en el rancho. Se apearon de los caballos. Vieron de nuevo a Joe Ortiz subiéndose a un caballo junto al hombre del tatuaje. Warren y Samuel vieron la puerta de la casa Ortiz medio abierta, entraron.
-Señora Ortiz- dijo Warren viendo a Alba tumbada en su cama.
Su cama era de madera oscura y de color verde. Alba era una señora que se estaba muriendo.
-¿Que quieren?- respondió Alba, tosiendo.
-Su hijo y el hombre del tatuaje de águila se han ido los dos del rancho ¿adónde van?- preguntó Warren mirando a la señora sin pestañear.
- Se han ido a comprar pienso para los caballos- respondió ella mientras tosía de nuevo.
- ¿Que sabe de su empleado que tiene el tatuaje del águila en el brazo?-preguntó Samuel.
-¿De Dylan? lleva con nosotros mucho tiempo. Desde que murió mi marido hace dos años.
-Sabemos que usted está enferma y su hijo haría cualquier cosa para cuidarla. Incluso cometer un atraco para comprar medicinas para su enfermedad. Dos de los ranchos en los que hemos estado, hemos visto también a dos hombres con tatuajes, pero eran demasiados mayores para cometer dicho delito- dijo Warren tomándose un respiro.
-¿Porque me cuenta todo eso?- preguntó Alba , un poco mosqueada.
-Porque quiero que comprenda la gravedad del asunto- respondió Warren.
-Mi hijo nunca ha matado a nadie- afirmó Alba.
-¿De veras? ¿y Dylan?-preguntó Samuel.
Alba empezó a asustarse y el sheriff se fijó en que le preocupaba algo.
-¿Que le ocurre?- pregunto Samuel.
Alba se fijó en la cara de preocupación del sheriff y del ayudante. De repente Warren le suplicó que le contase la verdad.
-Dylan llegó días después que muriese mi marido. Era un buen chico. Hizo buenas migas con mi hijo....
-Sabe una cosa, no me lo creo. Si Dylan era un buen chico ¿cómo se torció la cosa en el banco?- terminó la frase Warren.
-¿Dylan era una mala influencia para su hijo?-preguntó Samuel.
-Sí. Un día vi a mi hijo preocupado por mí. Semanas antes de que yo me pusiera enferma, no pague una deuda que tenía al banco. Las deudas se fueron acumulando. Joe estaba preocupado por mí, seguramente se lo contó a Dylan. Ese chico había estado en unos cuantos embrollos, según me contó Joe.-dijo Alba, haciendo una pausa y se rió-pero era bueno con las manos. Joe me confesó que eran ellos quienes atracaron el banco. Escondieron el dinero en alguna parte.
-¿Donde?-preguntó Warren.
-En ese recoveco, mi hijo no mato a nadie- dijo Alba con el dedo índice señalando a un hueco que había en la pared derecha.
Samuel fue a esa pared. Era una pared de madera vieja y de color verde oscuro. Se estaba corroyendo poco a poco. Se inclinó cogiendo una lámpara de queroseno. La encendió e iluminó el hueco de la pared. El hueco era pequeño, pero lo suficiente para que cupiese un saco de dinero cerrado con un lazo. Lo sacó, lo abrió, vio un montón de fajos de dinero. Se lo llevaron como prueba, sin quitarse los sombreros. Se despidieron de Alba. Cogieron los caballos y volvieron al pueblo.
***
Un hombre se acercó a Warren y a Samuel.
- Sheriff, han visto a los hombres del dibujo cerca de la calle del Campanario. Parece ser que están siendo amenazados por una mujer.
Warren y Samuel sin bajarse de los caballos, fueron lo más rápido posible a esa calle. En la vía vieron a Juana con una Carabina en las manos, apuntando a los atracadores con furia. Por otro lado se fijaron en la pequeña Ana, hija de Juana, llorando sin parar, asustada de aquella situación. Oyeron los gritos de los atracadores suplicando por sus vidas.
-¡No lo hagas!- grito Warren a Juana- eso no te devolverá a tu marido.
-Ellos lo hicieron y no pensaron en las consecuencias- dijo Juana con ira, no dejando de apuntar con el arma a los asaltantes.
- Claro que lo saben, déjame que les pregunte y que sepa la razón, ¿trato hecho?- comentó Warren, dirigiéndose a Juana, intentando convencerla para que no apretase el gatillo.
- Tienes una oportunidad- soltó Juana más calmada. Bajó el arma y ando hasta su hija.
Warren se acercó a los ladrones, que estaban murtos de miedo y les empezó a decir que era el sheriff del pueblo y necesitaba una explicación de por qué mataron a Alvin.
FIN
-Primero que esa loca no vuelva a apuntarnos con ese rifle y le daremos una explicación- dijo Joe asustado.
Warren les prometió que Juana no volvería a apuntarlos. Filton exigióuna explicación. Al final uno de los truhanes confesó
-Mi madre y nosotros estamos en la ruina. El banco de este pueblo se quedó con nuestras tierras, no tenemos trabajo, solo damos de comer a los caballos de mi rancho. Pero la cosa empeoro cuando mi madre enfermó. Solo quería pagar las deudas que tenía ella con el banco.- dijo Joe atemorizado, mirando fijamente a Warren.
- Y de ahí comenzó la planificación del atraco- conjeturó Warren con firmeza.
-Eso es, no queríamos matar a ese hombre, pero cuando le dije a la cajera que me diera la combinación de la caja fuerte, ese hombre se abalanzo sobre mí, no tuve más opción. Mi amigo no tiene nada que ver con ese crimen, él solamente seguía mis órdenes.- mintió Joe, mirando con miedo a Dylan- déjenos que nos vayamos, por favor, piense en mi madre.
-¿Cuándo enfermó su madre?- pregunto Warren con interés.
-Hace unos cuantos meses.
Warren pensó y dedujo con la información que le había dicho Alba, Samuel se bajó del caballo y apuntó a los ladrones con su revólver. Warren se volvió y le propuso un trato a Joe.
-Si dejas que detenga a Dylan, Joe, tú te podrás hacer una última visita a tu madre- Warren hizo una pausa.- Los dos sabemos que tu madre está muy enferma y dejara de estar en este mundo de un momento a otro. Por otro lado, sabemos que Dylan ha tenido varias riñas, ¿verdad?
-¡¿Qué diablos les has contado?!- preguntó rabioso Dylan a Joe.
-Nada, te lo prometo- respondió asustado Joe.
Tras eso, ninguno de los dos dijo nada, de repente Dylan sacó su revólver y apuntó a Joe.
-Prefiero morir antes que entregarme como un perro-confesó Dylan con ira.
Acto seguido Warren disparó a la cabeza de Dylan. Cayó al suelo. Tras eso Joe levantó las manos y se rindió ante ellos.
Juana abrazó a su hija Ana, llorando con rabia.
En el cementerio de Santa Lucía, situado en una de las calles al este de Villa Rocosa. Un montón de gente rodeaba la tumba de Alvin Jones. Tras el discurso del cura Fermín, Juana se levantó junto a su hija, poniéndose frente del altar de madera. Juana dio un discurso:
-Alvin era un buen marido. El mejor hombre que he conocido, siempre trabajador. Ayudaba a nuestra hija con los deberes y siempre me preguntaba todos los días como estaba. Él me conocía bien, sabía cuando estábamos preocupadas-comentó, mirando a su hija.- No sé como lo hacía. Te echaremos de menos.
Y después de eso, Juana, con el rostro empapado en lágrimas secas, le dio un beso en la mejilla a su hija Ana.
FIN
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